John Atanasoff, verdadero creador de la primera computadora electrónica, el ABC.

La primera computadora electrónica fue construida por John Vincent Atanasoff en los años cuarenta ante la misma necesidad de Pascal de realizar cálculos matemáticos con poco tiempo y esfuerzo. En un principio su mérito no fue reconocido por las leyes por no registrar su trabajo a tiempo en la oficina de patentes de Estados Unidos.

A diferencia de las máquinas que ya existían en su época, basadas principalmente en sistemas mecánicos, el denominado ABC era de tipo digital, operaba con el sistema binario, tenía una memoria de carga eléctrica y de funcionamiento no mecánico. Tales características la hicieron destacar en las innovaciones del campo de la computación.

El sistema no era analógico ni digital de base decimal como los anteriores trabajos de sus colegas. A diferencia de la computadora Mark I, ideada por Howard Aiken en 1939 con apoyo de IBM, trabajaba con tres centenares de tubos de vacío que le conferían rapidez, independientemente de ser pequeña y silenciosa.

ABC podía resolver hasta 29 ecuaciones con 29 variables pero no era una computadora de propósito general completo por que estaba diseñada para la resolución de cierto tipo de problemas matemáticos. Sin embargo, tal innovación sentó las bases para modelos más adelantados como la Eniac, construida por John W. Mauchly y J. Presper Eckert.

John Vincent Atanasoff coincidió con Mauchly en diciembre de 1940 en un congreso de la Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia lugar donde intercambiaron conocimientos que más tarde desembocaron en una desagradable discusión legal. El error de Atanasoff fue no registrar primero la computadora electrónica por lo que estuvieron a punto de arrebatarle la patente.

En 1943 aprobaron un proyecto basado también en tubos de vacío o válvulas eléctricas a John W. Mauchly y J. Presper Eckert. La propuesta era novedosa si se tomaba en cuenta que el aparato de Atanasoff no estaba patentado. Así fue como nació Eniac con una capacidad de cálculo entonces sin precedente. Realizaba cuatro operaciones básicas. Su velocidad superaba a la de Mark I hasta en cien veces.

Finalmente John Vincent Atanasoff con apoyo de la firma Honeywell, pudo comprobar, ante los medios jurídicos federales, la paternidad de la primera computadora electrónica. La prueba que le ayudó fue la correspondencia intercambiada con Eckert y Mauchly en donde ellos le pedían autorización por escrito para desarrollar una máquina con innovaciones del ABC. A pesar de la reivindicación de Atanasoff, su victoria no fue completa ya que el ENIAC, y no el ABC, continúa siendo considerado el primer computador moderno.