Un estudio sobre la conducta del pez cola de espada de Montezuma (género Xiphophorus) donde se evalúa el costo y los beneficios de la atracción sexual, podría contribuir a entender de una mejor manera los procesos y la dinámica sexual de las poblaciones biológicas.
En el mundo animal, la búsqueda de pareja es un proceso comunicacional en el que una de las partes emite señales para indicar su interés sexual, y el género receptor, las evalúa. Los individuos que desarrollan características serán premiados a lo largo de su vida con el acceso a un mayor número de parejas y, por lo tanto, con una progenie más numerosa, lo que implica en términos biológicos lograr el éxito adaptativo.
El que procrea más descendientes es el más exitoso; desde la perspectiva masculina, lo es el macho que tiene más parejas, y desde la de las hembras, la que tiene mejores parejas. Muchas de las señales para atraer son mensajes corporales elaborados de manera llamativa y se emiten al hacer alarde de características vistosas, que en al caso de las aves puede ser un penacho de plumas largas y coloridas, o conductas de cortejo.
Karla Kruesi Cortés y Guillermina Alcaraz, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, iniciaron un estudio al respecto en las pozas cercanas a las cascadas de Tamasopo, municipio de San Luis Potosí, hábitat de esos pequeños peces, cuyo nombre común es cola de espada de Montezuma (género Xiphophorus). Existen varias especies, pero los machos son los más llamativos, pues desarrollan una aleta caudal (posterior) más larga, indicaron.
La investigación se enfoca tanto a las ventajas como a los riesgos y costos de los ornamentos. Se observa, en primera instancia, a los pececillos para conocer cuáles son las pautas que componen su conducta. De esa manera, se precisa cuáles de ellos utilizan ciertos componentes para, posteriormente, relacionar los resultados con características intrínsecas del animal, como el desarrollo de la espada, su metabolismo, respuesta inmune o crecimiento.
Se conoce que entre más desarrollen los caracteres ornamentales, son más atractivos para las hembras; sin embargo, comunicar señales vistosas puede ser costoso, por lo que sólo los más aptos pueden desarrollar, por ejemplo, grandes melenas, astas o colores. En los de cola de espada, sólo algunos machos pueden tener espadas largas, y sólo aquél que lo hace de manera correcta será exitoso y conseguirá la pareja reproductiva deseada.
Los costos que generan los ornamentos pueden ser de varios tipos. Por ejemplo, si uno tiene una aleta demasiado larga, podría ser un estorbo para maniobrar, más aún si hace un cortejo complejo. Otro será el gasto de energía para cargar el adorno, y uno más, el riesgo de depredación, pues si puede atraer a la pareja, también llamará la atención de quien lo devorará.
Además, otro factor se vincula con la habilidad de escape; en su estudio, las biólogas han utilizado cámaras de alta velocidad para observar esa maniobra, y encontraron que es más lenta en los que poseen un ornamento exagerado. Estas características también lo hacen atractivo para el ser humano.
Kruesi indicó que se ha comprobado que la espada también resulta atractiva para los depredadores; entonces, si los machos pueden escapar cargando la vistosa cauda, probablemente sean los mejores ejemplares, pero si las hembras se asocian a ellos, también correrían riesgos, al estar cerca del blanco. “Si el escape lento se suma a la atracción de depredadores, el costo puede ser muy alto”, reiteró.
Este último se puede analizar al comparar los animales con una espada corta o larga, para obtener una referencia sobre sus variantes de cortejo, escape y nado. Aquellos con espadas más largas merecen atención especial para registrar sus habilidades.
El ritual varía con la especie. Los cola de espada de Montezuma registran diversas conductas: pueden hacer un nado vibratorio; ochos (catalogados como los más complejos); nadar en círculos, hacia adelante y hacia atrás, de manera perpendicular e invertida, y en paralelo a la hembra.
Un aspecto innovador del estudio consiste en evaluar la energía que se gasta al momento de cortejar. Las biólogas midieron en cámaras especiales los cambios en los niveles de oxígeno durante el proceso, y así pudieron determinar ese factor.
“Hemos medido su desempeño, capacidad en actividades de nado y cortejo, pero de manera especial, nos interesa explicar cómo y cuánto les cuesta expresar una espada larga”, indicaron.
Finalmente, aseguraron que el beneficio de ser un pez atractivo reside en incrementar el número de apareamientos y, en consecuencia, el de descendientes. “Eso es el éxito en la naturaleza”. Con información de DGCS-UNAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario