Se abre la segunda puerta a la octava generación de videojuegos con XboxOne.

Si tomamos en cuenta que el Nintendo WiiU no pertenece a la naciente octava generación de consolas, al considerar que su hardware no está a la altura de las nuevas y próximas tecnologías de programación de videojuegos (motores gráficos), el acontecimiento en el que hoy Microsoft presentó al sucesor del 360, llamado XboxOne, representa la segunda puerta para que, de par en par, se permita el paso a nuevas experiencias para los amantes del entretenimiento interactivo. El primer paso lo dio Sony con su proyecto PS4 con servicios en la nube.

Muchos son los rumores que se dieron sobre lo que sería el próximo Xbox, por lo que resulta ocioso describirlos. Lo cierto es que los cambios eran necesarios. El realismo prometido hace seis años en los videojuegos ha quedado a deber, e incluso, vemos producciones de baja calidad gráfica y jugabilidad como el fraudulento Aliens Colonial Marines. Otras grandes producciones como Dishonored deben en cuanto a detalle de imagen, pero compensan un millón de veces en otros departamentos como inmersión, arte y diseño.

El nuevo XboxOne...
La nueva consola tiene mejoras notables. Puede navegar con comandos de voz,  explicó Don Mattrick, presidente del sector de entretenimiento interactivo de Microsoft. Se pretende que los usuarios, ya no se diga jugadores, tengan completo control no solamente de la televisión, internet, música, películas, sino de servicios de comunicación como Skype.

El nuevo Xbox tiene un disco duro de 500 GB. Blu-Ray Drive y 8 GB de memoria RAM, de acuerdo a lo detallado por Marc Whitten, gerente de Xbox Live.  En cuanto a exclusivas no hubo sorpresas. Halo y Forza Motorsport 5, además de Quantum Break, de los creadores de Alan Wake, única exclusiva de Remedy para la consola en toda la vida útil de Xbox360.

Xbox360 no brilló por su calidad gráfica si la comparamos con PS3, brilló por sus aros rojos que llevaron a un rediseño de hardware que no es del todo perfecto. Por su parte, Sony, ofrece una tecnología con velocidad baja de lectura en Blu-Ray y un procesador Cell de complicada arquitectura. Así que el nuevo paso es necesario y excitante, sobre todo por los cambios que se vienen en materia de modelo de negocios.

La séptima generación de consolas de videojuego que incluye a Wii y WiiU, PS3 y Xbox360 no se caracterizó por el nacimiento de muchas franquicias nuevas, excitantes y que dejarán historia. Claro que las hubo, ahí tenemos Gears of War o Uncharted, pero se cuentan con los dedos de las manos y tal vez nos sobren si comparamos con la sexta generación que incluye Xbox, PS2 y GameCube. Ahí nacieron y se consolidaron series como Silent Hill, Resident Evil, Halo, God of War, por citar algunos ejemplos.

Lo que la séptima generación de consolas ha dejado es la evidente actualización y venta de contenidos por internet, la cual era necesaria, aunque ha sido aprovechada para lanzar productos mal acabados y preparar contenidos de pago adicional que en el caso de los juegos de pelea y de carreras son considerados, por muchos, como un abuso e incluso robo a los consumidores que fieles rechazan la piratería y se inclinan por lo original.

¿Por qué decimos que era necesaria? Algunos de los videojuegos de la sexta generación de consolas a pesar de tener un proceso de producción más cuidado llegaron a tener problemas técnicos que no fueron fáciles de resolver. Ejemplos: Playboy The Mansion, con problemas de iluminación; The Suffering, el primero, con un enemigo al que por más que se le dispara nunca cae. Oddworld: Stranger's Wrath, con un barquero a la mitad de la historia que es vital para continuar, pero que puede resultar inexplicablemente asesinado, lo cual nos obliga a reiniciar la partida desde el principio, perdiendo unas ocho horas de juego.

El modelo de negocios en la industria de los videojuegos ya ha cambiado en la actual generación de producto “gamer”. Ahora, con las compras en línea, no es necesario tener un disco dentro de la consola o salir corriendo a las tiendas a buscar un producto que posiblemente ya no se encuentre disponible. Es una ventaja, aunque definitivamente no puede desplazar a la venta y compra de contenidos en formato físico debido a nuestra conducta materialista. La muestra de ello son las ediciones especiales de juegos de video, que no en todas las ocasiones valen la pena.

En concreto, las operaciones en línea eran necesarias, pero se han aprovechado para hacer negocios que no respetan la lealtad de los consumidores, y las actualizaciones para corregir contenidos, en vez de utilizarse para entregar software impecable, se han vuelto un pretexto para ofrecer materiales incompletos y llenos de múltiples fallas de origen, incluso, en títulos "triple A".

En la actual séptima generación de consolas de videojuego la creatividad cedió terreno a la espectacularidad. Como ejemplo, tenemos la casi extinción de los juegos de terror. El Survival Horror, incluso, fue un género exitoso por utilizar las limitantes técnicas de anteriores consolas como es el caso del inicio de la saga de Silent Hill y su neblina abrumadora que se dice ocultaba la falta de pixeles a distancia.

Ya vienen las nuevas consolas PS4 y la“XboxOne”. ¿Se acabarán los abusos en el sistema de actualizaciones en línea? ¿Cómo cambiará el esquema de negocios en la industria? ¿Retomará fuerza el Survival Horror? ¿Nos enfrentaremos de nuevo con luces rojas o amarillas? Lo cierto es que los juegos mal programados e incompletos seguirán. Los juegos en formato físico no desaparecerán, aunque sí los manuales. La censura de videojuegos no es posible, pues si bien beneficia a las casas desarrolladoras, acabaría con los distribuidores, los cuales son el último eslabón que cierra el modelo de comercio y en el cual se perciben las grandes ganancias.

Comentarios