Científicos aseguran que podrían ser capaces de determinar el destino final del cosmos mientras investigan las propiedades del bosón de Higgs. El concepto, conocido como falso vacío, podría resultar, dentro de millones de años, en un nuevo universo que sustituya al actual. Todo depende de algunos números precisos relacionados con el bosón de Higgs que los investigadores están tratando de determinar.
Una partícula parecida al Higgs fue vista por primera vez en el Gran Colisionador de Hadrones (GCH) el año pasado. Asociado con un campo de energía que permea todo el espacio, el bosón ayuda a explicar la existencia de masa en el cosmos. En otras palabras, respalda el trabajo de toda la materia que vemos a nuestro alrededor.
Desde que descubrieron la partícula en sus experimentos de aceleración, los investigadores del laboratorio de Ginebra y de instituciones relacionadas de todo el mundo han comenzado a teorizar acerca de las implicaciones del Higgs para la física.
Una que idea los científicos están manejando es la posibilidad de un universo cíclico, en el que -de vez en cuando- el espacio se renueva por completo. "Resulta que se puede hacer un cálculo en el Modelo Estándar de la física de partículas, una vez que se conozca la masa del bosón de Higgs", explicó el doctor Joseph Lykken
"Si utilizamos toda la física que conocemos ahora y hacemos este sencillo cálculo, tenemos malas noticias. Lo que sucede es que sólo obtenemos una fluctuación cuántica que hace que una pequeña burbuja del vacío del universo realmente quiera estar adentro. Y como es un estado de baja energía, esta burbuja se expandirá, básicamente a la velocidad de la luz, llevándose todo lo que consiga", dijo a la agencia BBC el teórico del Laboratorio Nacional Fermi al tiempo que dijo que no es algo de lo que tengamos que preocuparnos, señaló debido que El Sol y la Tierra ya habrán desaparecido para entonces.
Datos de colisión…
El bosón fue descubierto entre los escombros resultantes de las colisiones de partículas de protones en el anillo acelerador gigante del Gran Colisionador de Hadrones. Los datos recogidos por dos detectores independientes que observaron a estos restos subatómicos determinaron que la masa del Higgs es de unos 126 gigaelectronvoltios (GeV).
Eso fue fascinante, dijo el profesor Chris Hill de la Universidad Estatal de Ohio, porque el número estaba justo en la región en donde el problema de la inestabilidad se volvía relevante. "Antes de que lo supiéramos, el bosón de Higgs podría haber sido cualquier masa en un rango muy amplio. Y lo que es sorprendente para mí es que de todas las posibles masas de 114 a varios cientos de GeV, encajó justamente en los 126 -justo en la línea crítica- por lo que ahora tendremos que realizar una nueva medición mucho más precisa para hallar el destino del Universo", dijo.
El profesor Hill es parte del experimento CMS (Solenoide compacto de muones), uno de los dos detectores de partículas del Gran Colisionador de Hadrones. Este es uno de los detectores que está a la caza del Higgs. El Atlas es el otro.
Los científicos todavía tienen que revisar alrededor de un tercio de los datos de colisión que tienen en su poder. Pero probablemente necesitarán mucha más información para eliminar las incertidumbres relacionadas con la medición de la masa del Higgs y sus otras propiedades.
Hasta que eso ocurra, los científicos no están dispuestos a concluir definitivamente la investigación del bosón y por ello a menudo prefieren decir simplemente que han encontrado una partícula del Higgs.
Por ahora, el Gran Colisionador de Hadrones ha sido clausurado para llevar a cabo importantes programas de reparaciones y mejoras. "Creo que harán falta varios años después de que comience a funcionar de nuevo, en 2015, para que las mediciones sean absolutamente definitivas", reconoció el doctor Howard Gordon, del Laboratorio Nacional de Brookhaven y miembro de la Colaboración Atlas.
"El Gran Colisionador de Hadrones estará fuera de servicio por dos años para hacer ciertas reparaciones, fijar los empalmes entre los imanes y realizar el mantenimiento y esas cosas. Así que, cuando comience a andar de nuevo en 2015, tendremos una energía más alta, lo que significa que podremos obtener más datos sobre el Higgs y otras partículas. Ello nos abrirá una ventana más grande de oportunidades para el descubrimiento. Para poner los puntos sobre todas las íes, tendremos que esperar unos cuantos años más".
Si se consigue calcular el falso vacío, resucitará la vieja idea de que el universo producto del Big Bang que observamos hoy en día es la última versión de un ciclo permanente de acontecimientos.
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