sábado, 24 de abril de 2010

Teletransportación, experimentos que acortaron la distancia entre ciencia y ficción.

La revolución científica se traduce en logros sorprendentes. Un claro ejemplo son los avances para poder teletransportar luz o materia. Lo que hasta hace unos años se consideraba ciencia-ficción, ahora comienza a convertirse en realidad. Ya es posible trasladar partículas de un lugar a otro como por arte de magia. Físicamente, se podría ilustrar el proceso como la reproducción exacta de algo a distancia.

En el año 2002, especialistas pertenecientes a la Universidad Nacional de Australia desintegraron un rayo láser para luego hacerlo aparecer a una distancia alejada de un metro. Un año después, personal del profesor Nicolas Gisin, miembro de la Universidad de Ginebra, transfirió las propiedades de un fotón a otro igual que estaba distante en aproximadamente dos kilómetros.

También físicos austriacos de la Universidad de Viena descubrieron hace seis años un método para teletransportar en “estado real” fotones que se propagan en el vacío. El resultado es un gran paso para la implementación de la teletransportación cuántica, que permitirá en un futuro que las partículas puedan compartir información entre lugares físicos distantes, dice Rupert Ursin, líder del proyecto.

El equipo instaló, para su experimento, un cable de fibra óptica de 600 metros bajo el río Danubio. Lo que se desplazó no fueron los fotones como tales sino su estado cuántico, es decir, la información que permitió “reconstruirlos” casi instantáneamente del otro lado de un túnel.

La capacidad de procesamiento paralelo se ve incrementada a causa de una interacción de millonésimas de segundo, fenómeno propio de la mecánica cuántica llamado “entaglement”. Durante ese momento, las partículas permanecen relacionadas si son producto de un mismo proceso. Por ello, si una sufre un cambio, repercute en la otra.

El estado cuántico de una partícula “entagled” define el estado de la otra. El principio es calificado por Albert Einstein como una “asombrosa acción a distancia”. Es el que se utiliza para hacer posible la teletransportación. En teoría si se consigue suficiente información para la reconstrucción a distancia puede hacerse posible teletransportar a seres humanos y un viaje a las estrellas.

Pero existe todavía un experimento más complejo. El del profesor Eugene Polzik y su equipo en el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. En ese entonces habían logrado todo un avance usando tanto luz como materia. “Es ir un paso más allá porque por primera vez incluye teletransportación entre la luz y la materia, dos objetos diferentes. Uno es el portador de la información y el otro es el medio de almacenaje”, explicó Polzik.

Por primera vez, el experimento de Eugene Polzik, incluía un objeto atómico macroscópico que contenía billones de átomos. Los anteriores avances sobre teletransportación sólo se habían dado entre dos átomos individuales, con una distancia de una fracción de milímetro.

Los trabajos en teletransportación continúan y algún día en los noticieros de todo el mundo la noticia será: Se ha dado otro paso más en investigaciones sobre teletransportación lo cual es un momento clave para la ciencia y la humanidad.

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