Altera el enamoramiento al sistema nervioso simpático; provoca reacciones a nivel orgánico.

El amor altera el sistema simpático, es decir, parte del sistema nervioso se ve afectado de forma severa cuando una persona se enamora y, dependiendo de la fuerza de su sentimiento, puede tener consecuencias en realidad severas a nivel orgánico. De hecho, una persona que no controla en el momento sus emociones puede presentar parálisis muscular momentánea parecida, incluso, a una crisis convulsiva. Tales son los casos de depresión por un amor perdido.

Muchas personas al momento en que conocen a una persona que les atrae, o bien cada vez que están cerca de la persona que les gusta, presentan los siguientes síntomas: En el momento no pueden comer por que los alimentos les provocan nausea; las manos se les ponen frías y les tiemblan; no se percatan en el momento pero sus pupilas se dilatan; aumenta su fuerza cardiaca.

Asimismo, tartamudean sin poder controlar su lenguaje y sus cuerpos reaccionan de forma violenta ante un “golpe de amor”. A quienes presentan estos síntomas, si fueran con un médico y le expusieran su caso, les diagnosticarían “enamoramiento”.

Al respecto, Alonso Fernández Guasti, experto del departamento de fármacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), explicó que el enamoramiento provoca que la persona vea las cosas de diferente manera; que aumente su irrigación sanguínea, la cual le puede provocar, incluso, un rostro contento de forma involuntaria.

Esa mayor irrigación es la responsable de que la gente se sonroje y sienta opresión en el pecho o que sienta las famosas mariposas en el estómago o el hormigueo en cara o manos.

El especialista, quien estudia varias funciones del sistema nervioso, precisó que los enamorados casi siempre presentan algún cambio en su comportamiento y función en el organismo.

Cuanto más intensas sean las sensaciones más pronto se acaba en la persona la racionalidad lo que hace que se vuelva “ciega” a situaciones que para otras personas son evidentes. Es decir, deja de ver los errores y defectos del objeto de amor.

Las últimas investigaciones revelan que la famosa frase de que “de la vista nace el amor” o “amor a primera vista” no son del todo verdaderas, pues el olfato es el verdadero causante del enamoramiento. Esto significa que al igual que ocurrió con el corazón, la vista podría correr el mismo destino y convertirse en uno más de los mitos en torno al amor, expuso Fernández Guasti.

Si la vista es fundamental para atraer a una persona, el olfato resulta esencial para producir el enamoramiento. Como si se tratara de huellas digitales, cada persona posee un aroma distinto que la caracteriza.

Sin embargo, este olor es disfrazado y hasta cierto punto modificado por perfumes y desodorantes, pero su objetivo es atraer a una pareja, concluyó el especialista del Cinvestav.