La noticia de hoy 2 de diciembre de 2009 es que el Servicio Meteorológico Nacional dio a conocer que en las últimas 24 horas se registraron nevadas importantes en diversos municipios de Chihuahua, Durango y Sonora.
Las posibilidades de nevadas aumentan con las bajas temperaturas. En las zonas más frías del planeta cae nieve de forma constante y prolongada, formando aludes y témpanos de grandes proporciones. Pero no en todos los países se registran copiosas y peligrosas nevadas, ya que son necesarias ciertas condiciones meteorológicas para que las partículas de agua se precipiten de forma sólida.
El proceso surge de una adecuada combinación de temperatura por debajo de los cero grados centígrados, aunado a altos índices de humedad, ciertos movimientos del viento y presión barométrica específica. Todos los elementos que conforman la nieve requieren de condiciones específicas para convertirse en cristales con forma de estrella o prismáticos hexagonales diferentes unos de otros, como distintas personas existen en el mundo.
A diferencia de la nieve, el hielo es solamente agua solidificada. No se compone de esos diminutos cristales con la capacidad de filtrar grandes cantidades de oxígeno que se integran con el desequilibrio que coloca a los átomos de hidrógeno y oxígeno del agua en posición angular de 105 grados, estableciendo los polos positivo y negativo, en torno de los cuales se reúnen las moléculas para conformar un cristal simétrico.
Esa configuración hace que la nieve no sea compacta, lo cual permite la circulación de oxígeno. La existencia de polos con cargas diferentes termina convirtiendo al cristal en formas más complejas en forma de hexaedro que se hacen más pesadas precipitándose hacia la Tierra, fusionándose con otras en su camino y formando los clásicos copos de nieve.
Para que puedan llegar al suelo conservando su condición, es preciso que exista una suficiente proporción de humedad ambiental. Como el aire frío tiene poca, las nevadas más intensas se registran cuando la temperatura no es muy inferior a los cero grados. En muchas ocasiones la precipitación comienza en forma de nieve, pero al atravesar las capas de aire más cálidas se fusionan convirtiéndose en gotas de lluvia.
Aunque parezca raro, las nevadas tienen una razón de ser: conservar la humedad ambiental y proteger de la intemperie, con el manto que dejan, a otras formas de vida. Si bien la temperatura de la capa nívea, como la denominan los biólogos, tiene temperaturas de hasta 10 grados bajo cero, la parte que recubren conserva en algunos casos los 5 grados sobre cero, lo cual significa que es más caliente.
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