Los contenidos descargables en los videojuegos… ¿Un beneficio o un simple negocio? ¿Cómo debería de tomarlo un gamer? ¿Debería de sentirse estafado o robado por algo que ya debería venir incluido en el juego? ¿Pagar más, por algo que ya compró? ¿O debería tomarlo como algo que mejorará la experiencia de su juego? ¿Es mejor pagar por un contenido que agregará más horas de juego o que añadirá más variedad al mismo?
Todo dependerá del prejuicio que se tenga. Algunos podrían considerar que los DLC’s (Contenido Descargable) han implicado que la mayoría de los juegos actuales lleguen a salir incompletos. Otros, pensarán que, sencillamente, es una forma de sobreexplotar el nombre de una franquicia ya estable en el mercado.
Veámoslo de la siguiente manera… Un contenido descargable puede extender la vida útil de un producto. Anteriormente, los videojuegos para consolas de vieja generación como Nintendo 64, PlayStation o Dreamcast, por mencionar algunas, no contaban con la dinámica de extender títulos por medio de descargas como, pudo ser el caso de un Mario 64, Resident Evil, Silent Hill, Golden Eye, entre otros títulos.
Sencillamente el título salía para la consola y disfrutabas el juego. Lo terminabas y recibías recompensas, entre las cuales, encontrábamos una nueva modalidad de dificultad, mejoramiento de armas, un final alternativo, entre otras cosas. Realmente todo venía incluido en el título sin la necesidad de ir a una tienda virtual y comprarlo por separado. Simplemente si el juego tenía el contenido lo tenía incluido y ya; no había nada más que hacer ni más que pedir, pero… ¿eso era bueno o malo?
Lo analizaremos de la siguiente manera: Algunos jugadores al acabar un título únicamente lo terminaban y no lo volvían a repetir; ya sea por la dificultad, por lo extenso que era, por lo fácil, en fin, por muchas circunstancias, pero al final lo dejaban y no lo volvían a tocar a menos que saliera alguna continuación y solamente para retomar la trama de la historia.
Hoy, en la generación actual de consolas, háblese Xbox 360 y PlayStation 3, contamos con una “expansión” del juego, la cual hace que tenga mayor re-jugabilidad. Es decir, si adquiero un Resident Evil y lo termino, pero me gustaría seguir jugando mi título, bueno, pues podremos acceder a la tienda virtual, comprar un contenido descargable a un cierto costo, y así poder seguir dándole “jugabilidad” a nuestra inversión.
El tema de los DLC es muy subjetivo. Es un arma de doble filo, podremos decir cosas buenas y malas de esta “nueva implementación” en los videojuegos.
Lo bueno: 1.- Es una expansión del juego, lo cual hace que tenga mayor re-jugabilidad. 2.- Las actualizaciones por medio de internet hacen más fácil las correcciones de aquellos problemas que podría tener el videojuego. 3.- Se puede acceder a contenido para mejorar la experiencia en línea, dígase modo multijugador, como lo son la inclusión de mapas, armas, vehículos, objetos, skins, personajes, etc.
Lo malo: 1.- Es frecuente pagar por un contenido que debería venir incluido en el juego. 2.- Existe una sobreexplotación de contenido a un precio ridículo. 3.- Muchas veces las descargas de contenidos adicionales provocan un desbalance en el juego. Supongamos que juegas en línea un FPS (First Person Shooter) y existe un jugador que tiene una ametralladora de 100 tiros sin necesidad de recargarla porque la adquirió en un DLC, mientras todos los oponentes cuentan con una ametralladora de 20 tiros; el usuario que pudo costearse dicha arma tiene la ventaja ante los demás y hace que el juego tenga un desbalance considerable.
En conclusión, podemos definir, que los contenidos descargables son una arma de doble filo y pueden resultar un tema muy debatible y muy subjetivo al final. Muchos podrían considerar que es una manera de hacer que el usuario o jugador invierta más dinero en un contenido que ya debería venir incluido, mientras que otros consideran que es una excelente opción para mejorar su título con nuevo contenido, al final de cuentas el único que puede decidir es uno mismo.
En ningún momento los desarrolladores de videojuegos nos están obligando a comprar dicho contenido. Nosotros tenemos la última palabra. Si el contenido es caro, pero nos gusta, bien podríamos darnos el lujo de pagarlo. Si el producto nos parece insuficiente o malo, podremos optar por esperar a que baje de precio, exista una promoción o, sencillamente, no adquirirlo.
Les recuerdo que los videojuegos son un hobby, un pasatiempo que nosotros, como jugadores, sabemos que es caro y realmente un lujo. No es una necesidad básica ni algo que estemos obligados a comprar. Siempre tendremos la opción por adquirirlo o no, pero bueno, ese es otro tema completamente distinto. Los invitó a seguirme y a intercambiar puntos de vista en mi cuenta de Twitter: @Drgamers.
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