Fomenta Papalote Museo del Niño vocación científica: México, segundo país con un BayLab.

Uno de los mejores lugares en México, cuyo objetivo es la educación y el desarrollo de la niñez, Papalote, Museo del Niño, refrendó su compromiso el jueves 15 de diciembre de 2011 con la presentación de un novedoso laboratorio para facilitar a los más pequeños el aprendizaje de la ciencia al tiempo que se fomenta el amor a ella.

BayLab se ha convertido en una opción única en México para acercarse a los niños a la ciencia de forma rápida y divertida. Hasta antes de la inauguración en México existían cuatro de su tipo en todo el mundo, los cuales se encuentran instalados en diversas ciudades de Alemania.

Ahora, México, tiene la fortuna de contar con un BayLab en el museo del Papalote gracias a la colaboración con Bayer de México. Con la medida se espera poder despertar en los niños mexicanos vocaciones científicas y promover el aprendizaje de la ciencia a través de divertidas actividades.

El BayLab se convierte en una nueva exhibición permanente que recrea un laboratorio. Cuenta con equipos y materiales 100% profesionales para que los pequeños visitantes puedan interactuar entre ellos, haciendo preguntas y realizando sencillos experimentos sobre Física y Química.

La zona destinada para ello cuenta con 50 metros cuadrados y se encuentra localizado en el interior del tema Soy. Las dinámicas de trabajo tendrán una duración aproximada de media hora y serán impartidas por especialistas de Bayer con el apoyo del personal del museo.

BayLab contará con más 20 actividades para descubrir qué es la química sanguínea, el pH, las sustancias ácidas y alcalinas, el comportamiento de las moléculas, la tensión superficial, la cohesión, la densidad, la exotermia, la endotermina, la cromatografía y la física de las Nubes.

Asimismo, los niños también aprenderán sobre electricidad, la fuerza de empuje, el principio de Arquímides, la fricción, los componentes de las vitaminas, el carbono, el ciclo del agua, el campo magnético, la tensión superficial, el magnetismo, la reflexión y refracción de la luz, la luminiscencia, el sonido, las Ilusiones Ópticas y el sistema de unidades de medición.

“Estamos convencidos que los niños y jóvenes son científicos en potencia. Al hacerse preguntas y responderlas con su imaginación, ellos hacen ciencia todos los días, en su casa, en la escuela, con sus amigos. En Papalote, desarrollamos herramientas como el BayLab para que se acerquen a ella sin temor, por convicción” menciona Christian Moire, director general adjunto de contenidos educativos del Museo Papalote.

Es muy importante destacar que Bayer de México participará en el Programa de Patrocinio Escolar para que 4 mil 500 niños de escuelas de bajos recursos del Distrito Federal puedan asistir a las exhibiciones de Papalote y no se queden fuera de la experiencia del BayLab.

El BayLab de Papalote es una adaptación del laboratorio que se encuentra en el BayKomm, un Centro de Comunicación de Bayer AG que promueve la investigación científica a través de la experimentación, ubicado en Leverkusen, Alemania.

Peter Klees, Responsable de Comunicación Corporativa de Bayer de México comenta: “El BayLab es un consolidado proyecto creado por Bayer en Alemania. Entre otros objetivos, busca contribuir directamente en el fomento del aprendizaje científico en los niños y jóvenes. Se enfoca en hacer que la Ciencia y la Tecnología sean interesantes y divertidas por medio de la experimentación y la participación activa.”

Los experimentos que realizarán los visitantes en el BayLab se encuentran denominados de la siguiente manera: “Una mano de espuma”, “El azúcar en la sangre”, “¿Sabes qué es un ácido?”, “Una mezcla increíble”, “El corcho desobediente”, “¿Te gustaría fabricar un combustible?”, “Separando colores”, “¿Te gustaría hacer tu perfume?”, “¿Te gustaría embotellar una nube?”, “Enciéndelo”, “Un barco flota”, “¿Para qué sirve el jabón?”, “Un barco se hunde”, “¿El calor agita?”, “El más rápido no es el que uno cree”, “No olvidemos las vitaminas”, “Todas las cenizas", “Ilumina sin electricidad”, “Cacareo de vasos”, “Efecto óptico con un péndulo” y “Mediciones”.

El Papalote, Museo del Niño ya contaba con excelentes alternativas para incrementar el desarrollo intelectual de los niños.

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