Reino animal bajo la lupa (3) Insectos y arácnidos; engaños entre “pisaura mirabilis”.
Los insectos y arácnidos son formas fascinantes de vida siempre bajo la lupa de la comunidad científica internacional por lo que, seguido, tenemos noticias sobre ellos. Comprenden sociedades en miniatura bien organizadas como es el caso de las hormigas y abejas. Provistos de inteligencia, como la mantis religiosa o de potencial veneno como la araña violinista.
Algunos son dañinos y otros benéficos para el hombre. Resulta curioso que las libélulas pueden morir de miedo. La sola presencia de un depredador les genera tanto estrés que puede terminar con su vida, de acuerdo a lo revelado por un estudio en Canadá dirigido por Shannon McCauley, investigadora de la Universidad de Toronto.
Tan diversas son las formas de adaptación del “pequeño reino animal” que no dejan de sorprender. Un caso son las arañas que caminan debajo del agua como la Argyroneta aquatica, única en su tipo por haber sido capaz de adaptarse a la vida en el agua.
Los arácnidos se encuentran dentro de las formas de vida más peculiares. La araña violinista no deja de ser un ejemplo de supervivencia a diversos climas del planeta y su veneno una de las peores pesadillas para los seres humanos. Conocida científicamente como loxosceles, mide menos de dos centímetros de largo, pero su veneno es tan tóxico que provoca necrosis donde muerde y, a nivel sistémico, descomposición de glóbulos rojos.
Los moscos hembra, por su parte, son sorprendentes, aunque también molestos al alimentarse de sangre. Recientemente se ha descubierto que son atraídos por ciertos aromas con altas concentraciones de esteroides, colesterol y dióxido de carbono. Lo anterior será comprensible si se recuerda que la sangre de la que se proveen les sirve para la fertilización de sus huevecillos. Además recientes estudios apuntan a que los moscos incrementan potencialmente su velocidad de vuelo cuando tienen hambre.
Los insectos resultan tan interesantes que han sido inspiración para el cine. No se pueden olvidar películas como Bichos, de Disney; o La historia de una Abeja, de DreamWorks. También los espectáculos como OVO de “Cirque Du Solei” recrean en su máximo esplendor el mundo de los insectos. El planeta parece quedarles grande por su tamaño, pero tienen una influencia sobre él y el desarrollo y evolución de la vida tal como la conocemos.
Otro maravilloso ejemplo de comportamiento, muy parecido a los que tienen los seres humanos con ánimo de conquista, es el mostrado por los machos del arácnido “pisaura mirabilis”. Suelen, en algunas ocasiones, hacer trampa para tener sexo aunque su mentira no es siempre es muy efectiva, según las conclusiones a las que llegaron investigadores de Dinamarca y Uruguay publicadas en noviembre de 2011 en la revista "BMC Evolutionary Biology".
Los machos suelen aproximarse a sus posibles parejas de copulación con un nutritivo obsequio, según lo observado en la especie “pisaura mirabilis”. Pero, a veces, en lugar de traer una exquisita mosca, ofrecen una semilla o un insecto previamente succionado. Ante esa peculiar situación científica se dieron a la tarea de conocer mejor la reacción de las hembras.
Investigadores encabezados por especialistas de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, recolectaron arácnidos “pisaura mirabilis” y los criaron en laboratorio. A algunos machos les pusieron a disposición únicamente insectos a los que ya no les quedaba nada de alimento. El resultado fue bastante peculiar. Para algunos machos resultaba vergonzoso aparecerse ante sus eventuales parejas con un pseudo-obsequio, por lo cual preferían acercarse sin nada. La postura no resultaba ser una gran ventaja. Según se observó, los machos que ofrecían al menos algún obsequio eran mejor recibidos que los que llegaban con las manos vacías.
Entre los resultados fue notable que el lapso durante el que los machos podían transmitir su esperma dependiera claramente de la calidad de su obsequio. Si las hembras se encontraban con un contenido falso, le ponían rápido final al acto de amor. Conductas como esa parecieran estar marcadas por el raciocinio aunque sólo sea producto de la supervivencia de su especie, “pisaura mirabilis”, en el planeta.
¿Sabías que insectos y arácnidos no son lo mismo?
Los insectos tienen tres segmentos en el cuerpo y seis patas, mientras que las arañas sólo tienen dos segmentos cuerpo y cuentan con ocho patas, es decir, su cabeza se encuentra fusionada con el tórax y se le denomina cefalotórax.
Algunos son dañinos y otros benéficos para el hombre. Resulta curioso que las libélulas pueden morir de miedo. La sola presencia de un depredador les genera tanto estrés que puede terminar con su vida, de acuerdo a lo revelado por un estudio en Canadá dirigido por Shannon McCauley, investigadora de la Universidad de Toronto.
Tan diversas son las formas de adaptación del “pequeño reino animal” que no dejan de sorprender. Un caso son las arañas que caminan debajo del agua como la Argyroneta aquatica, única en su tipo por haber sido capaz de adaptarse a la vida en el agua.
Los arácnidos se encuentran dentro de las formas de vida más peculiares. La araña violinista no deja de ser un ejemplo de supervivencia a diversos climas del planeta y su veneno una de las peores pesadillas para los seres humanos. Conocida científicamente como loxosceles, mide menos de dos centímetros de largo, pero su veneno es tan tóxico que provoca necrosis donde muerde y, a nivel sistémico, descomposición de glóbulos rojos.
Los moscos hembra, por su parte, son sorprendentes, aunque también molestos al alimentarse de sangre. Recientemente se ha descubierto que son atraídos por ciertos aromas con altas concentraciones de esteroides, colesterol y dióxido de carbono. Lo anterior será comprensible si se recuerda que la sangre de la que se proveen les sirve para la fertilización de sus huevecillos. Además recientes estudios apuntan a que los moscos incrementan potencialmente su velocidad de vuelo cuando tienen hambre.
Los insectos resultan tan interesantes que han sido inspiración para el cine. No se pueden olvidar películas como Bichos, de Disney; o La historia de una Abeja, de DreamWorks. También los espectáculos como OVO de “Cirque Du Solei” recrean en su máximo esplendor el mundo de los insectos. El planeta parece quedarles grande por su tamaño, pero tienen una influencia sobre él y el desarrollo y evolución de la vida tal como la conocemos.
Otro maravilloso ejemplo de comportamiento, muy parecido a los que tienen los seres humanos con ánimo de conquista, es el mostrado por los machos del arácnido “pisaura mirabilis”. Suelen, en algunas ocasiones, hacer trampa para tener sexo aunque su mentira no es siempre es muy efectiva, según las conclusiones a las que llegaron investigadores de Dinamarca y Uruguay publicadas en noviembre de 2011 en la revista "BMC Evolutionary Biology".
Los machos suelen aproximarse a sus posibles parejas de copulación con un nutritivo obsequio, según lo observado en la especie “pisaura mirabilis”. Pero, a veces, en lugar de traer una exquisita mosca, ofrecen una semilla o un insecto previamente succionado. Ante esa peculiar situación científica se dieron a la tarea de conocer mejor la reacción de las hembras.
Investigadores encabezados por especialistas de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, recolectaron arácnidos “pisaura mirabilis” y los criaron en laboratorio. A algunos machos les pusieron a disposición únicamente insectos a los que ya no les quedaba nada de alimento. El resultado fue bastante peculiar. Para algunos machos resultaba vergonzoso aparecerse ante sus eventuales parejas con un pseudo-obsequio, por lo cual preferían acercarse sin nada. La postura no resultaba ser una gran ventaja. Según se observó, los machos que ofrecían al menos algún obsequio eran mejor recibidos que los que llegaban con las manos vacías.
Entre los resultados fue notable que el lapso durante el que los machos podían transmitir su esperma dependiera claramente de la calidad de su obsequio. Si las hembras se encontraban con un contenido falso, le ponían rápido final al acto de amor. Conductas como esa parecieran estar marcadas por el raciocinio aunque sólo sea producto de la supervivencia de su especie, “pisaura mirabilis”, en el planeta.
¿Sabías que insectos y arácnidos no son lo mismo?
Los insectos tienen tres segmentos en el cuerpo y seis patas, mientras que las arañas sólo tienen dos segmentos cuerpo y cuentan con ocho patas, es decir, su cabeza se encuentra fusionada con el tórax y se le denomina cefalotórax.
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