miércoles, 26 de enero de 2011

Toloache; "falsas pócimas de amor" dañan nuestra integridad como seres humanos.

“El hombre, ya sin voluntad, creyó haber visto un par de piernas abiertas y luego perdió la conciencia por horas. Sintió un enorme e inexplicable apego por su protectora. La realidad es que bien todo pudo ser una alucinación que casi lo lleva a la muerte”*

Decir que un hombre perdió el control por una mujer. Que se pone a sus pies y hace todo lo que ella quiere. Sobre todo, cuando la persona dominada nunca había tenido un suficiente interés, hace pensar en tácticas relacionadas con la brujería… No se pretende con la siguiente información quitar el crédito a nadie así como tampoco negar ninguna creencia, hipótesis o hallazgo científico, pero es necesario aglutinar algunos conceptos que permitan a uno crearse un panorama más o menos completo sobre el toloache.

La palabra proviene de “toloatzin”, que en náhuatl significa “cabeza inclinada”. Hace referencia a la inclinación que presenta la flor de esta planta, en tanto, Toluca significa “lugar donde está el dios Tolotzin”, pero muy pocos de sus habitantes saben que la capital mexiquense se llama así por el toloache, ya que los ancestros reverenciaban esta planta que hicieron deidad para, luego, crear al dios Tolotzin.

Crece en hábitats abiertos y en condiciones naturales se encuentran con mayor abundancia en los cauces de grava de los ríos y arroyos. En el Estado de México crece en las faldas de los volcanes, en los campos cultivados, aparecen entre la hierba silvestre y sus flores tienen forma de trompeta y varían en tamaño, longitud y color.

Estamos hablando de una especie botánica conocida científicamente como “datura ferox”. Pertenece a la familia de las solanáceas y tiene propiedades dañinas, aunque también benéficas, de acuerdo a la forma en que se le de uso. También es conocida como Chamico, yerba del diablo o cardo cuco. Contiene alcaloides muy tóxicos que son aprovechados con fines terapéuticos, pero que también tienen propiedades psicoactivas extraordinarias.

Se asocia por sus características con la magia y la brujería. Sus alcaloides son derivados del tropano: atropina, hiosciamina, escopolamina y sus respectivos isómeros. En términos médicos, por citar un ejemplo, tenemos la buscapina, cuyo principio activo Hioscina Butilbromuro es un antiespasmódico parecido al que contiene el toloache en la escopolamina.

La ingesta de los derivados del toloache mata las neuronas, lo que puede hacer perder, según los creyentes, la voluntad de una persona. En México se encuentra muy arraigada la creencia de que con la infusión de toloache se puede elaborar una “pócima de amor”. La realidad es que representa un peligro enorme para la persona que la ingiere. No es como los medicamentos cuyas dosis de los componentes aprovechados ya están estrictamente medidos en miligramos por dosis.

El especialista en narcodependencia, Federico Soto Gracia, dice que el abuso del toloache, pese a no ser adictivo, pero si muy venenoso, provoca cuadros de psicosis con alucinaciones que hacen sentir a la persona atemorizada al extremo por ver imágenes y escuchar sonidos de carácter persecutorio y terrorífico. La víctima puede llegar a salir despavorida e, incluso, lesionarse en esa acción. Tal estado puede durar hasta 72 horas a diferencia de los efectos tóxicos provocados por los hongos y el peyote que no suelen pasar de 12 horas.

Si el uso del toloache es prolongado altera el equilibrio natural de los neurotransmisores del cerebro afectando su funcionamiento normal. De esa forma, una persona podría llegar a perder parte de su voluntad. Tal reacción lleva a creer a los usuarios del toloache en la efectividad que tiene para controlar y dominar a un “ser amado”. Lo que ocurre en realidad es que su mente se confunde en la percepción espacio-temporal y esa situación conduce a una actitud pasiva y fácilmente influenciable. Lo anterior no se puede entender como amor sino como un proceso de “muerte gota a gota”.

Son diversas las variedades de toloache, pero todas son tóxicas y su venta no se encuentra restringida, lo que agrava su consumo irresponsable. El toloache, en todas sus variedades, era catalogado en la Edad Media como una “planta maldita”. De acuerdo al investigador y escritor Rafael Olivares Ballesteros, la raíz del toloache es tuberosa y con forma de dos piernas abiertas en “A” y tal imagen, en lo personal, me evoca a una mujer con las piernas abiertas, lo cual no dudo tuviera su influencia en los creyentes de la magia y brujería.

Por su parte, la terapeuta María Belem Moreno García, en conferencia en la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México, destacó el uso terapéutico de la planta en el tratamiento del asma, hemorroides, frialdad en la matriz, hongos en las uñas o como sedante al momento del parto. Desde su punto de vista, resulta lamentable que el toloache fuera satanizado sin tomar en cuenta sus características útiles en el campo medicinal.

Foto tomada de Wikipedia. (Fruto de Datura Ferox)
*Texto ficticio basado en creencias populares.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho tu forma de redacción, y claro, también la información del toloache.

    Muchas Gracias!

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