Tecnología 3D en lucrativo desarrollo; advierten riesgos para la salud* de los usuarios.

Los avances tecnológicos son constantes prácticamente en todo lo que nos rodea. Sin embargo, algunas de esas tecnologías no parecen haber llegado a la cúspide al menos para garantizar la seguridad en su uso. Tal es el caso de la tecnología de visualización 3D que lleva décadas en desarrollo y que presenta grandes avances más no su consolidación. Pese a ello, son varias las compañías que ya lo explotan para ganar grandes cantidades de dinero.

Renderfarm Studios, una de las empresas expositoras del pasado Tecnoforum 2010, evento que Mundo y Tecnología cubrió casi de forma exclusiva, hizo ver lo lucrativa que es la aplicación de la técnica de 3D en el cine a pesar de que “ese formato aún es muy cansado para la vista”. Por ejemplo, la cinta “Avatar” superó en México ingresos por 308 millones de pesos; Alicia en el País de la Maravillas recaudó más de 190 millones de pesos; Cómo Entrenar a tu Dragón; más de 163 millones de pesos y Furia de Titanes, más de 81 millones de pesos.

Todo parece indicar que las reproducciones en 3D son lo de hoy, pero debe tener cuidado si su intención es actualizar o adquirir nuevos equipos o, simplemente, ir al cine. Debe de tomar en cuenta que dicha tecnología todavía se encuentra en desarrollo y los actuales sistemas pueden resultar no obsoletos, pero sí innecesarios o dañinos para su salud.

¿Qué es el 3D?
Es cuando las imágenes de algo se interpretan en tres planos diferentes denominados largo, ancho y profundidad, de allí su nombre. Nuestra propia visión sigue naturalmente ese principio, es decir, nuestros ojos captan cada uno imágenes diferentes de todo lo que nos rodea gracias a que utilizan referencias visuales que le ayudan a determinar la profundidad y distancia de los objetos. La conjunción de ambas es algo que el cerebro procesa para proporcionarle la profundidad adecuada. Lo anterior no sucede cuando miramos una pantalla de televisor o cine, en ese caso, para engañar al cerebro es necesario proyectar de forma artificial una imagen diferente para cada uno de nuestros ojos y de esa forma conferir la profundidad. De ese principio parte todo.

¿Por qué no se puede ver 3D en pantallas normales y sin gafas?
La forma convencional de ver cine y televisión únicamente es en dos dimensiones clasificadas como ancho y largo debido a que a nuestros ojos llega la misma imagen. Es decir, las pantallas normales no permiten las mismas referencias visuales que el entorno que nos rodea.

¿En suma, cuáles son los intentos tecnológicos para ver 3D hasta ahora?
La visión estereoscópica o 3D ha sido, desde hace muchos años, una inquietud para el ser humano. Atendiendo esa necesidad, el investigador Charles Wheatstone comenzó en 1838 a desarrollar el famoso estereoscopio que proporcionaba la ilusión de 3D en las imágenes sobre las que se enfocaba. A partir de allí se dieron grandes avances siempre con respecto al principio básico que permite observar las cosas con profundidad, una imagen diferente para cada ojo.

Aparecieron anteojos con una ventana roja y otra azul, los cuales dividían las imágenes en dos tonalidades para que variaran en cada ojo y nuestro cerebro hiciera el resto. Comenzaron entonces las grabaciones de video en tres dimensiones. El resultado final, si bien ya era una visión 3D, perjudicaba a las tonalidades reales de color por lo que, tiempo más tarde, inventaron los anteojos casi transparentes de tipo polarizado que dejaban filtrar a nuestros ojos dos ondas distintas de luz.

A partir de entonces se consiguió el efecto deseado con la calidad de color requerida. Los actuales lentes para mirar 3D son casi idénticos a excepción de que tienen un efecto parpadeante. Ese movimiento se presenta hasta 12 veces para cada ojo a una velocidad imperceptible con cantidades de luz variables lo que hace necesario que la fuente de la imagen sea en extremo definida. Para ello fue necesario fabricar televisiones “3D” que en realidad, lo único que hacen, es multiplicar el número de cuadros sucesivos por segundo.

Resulta curioso pero los antiguos televisores que no son ni LCD ni plasma despliegan más cuadros por segundo, es decir, su rango de actualización en pantalla por segundo llega a 120 hertz, los necesarios para impedir un parpadeo que nos puede dejar con un severo dolor de cabeza al usar anteojos 3D. Los actuales LCD y plasma no suelen rebasar los 75 y eso se puede comprobar por el efecto de barrido que presentan los televisores con imágines fijas que se desplazan de izquierda a derecha y viceversa.

Todos esos avances no son más que sólo eso. En realidad es molestó ver video 3D con lentes y puede ser nocivo para la salud. Debido a ello investigadores se han enfocado a crear el efecto 3D sin accesorios adicionales. Se ha investigado desde la autoestereoscopia y hologramas hasta displays que generan contenido volumétrico como lo es el “parallax barrier” que únicamente funciona en dispositivos pequeños.

Un paso realmente extraordinario en materia de 3D sería que los científicos logren reproducir las características de la pantalla “parallax barrier”, utilizada en el futuro N3DS de Nintendo, a escala suficiente como para satisfacer los requerimientos de un televisor. La “parallax barrier” es una tecnología ya existente desarrollada por la empresa Sharp que sin necesidad de lentes produce una luz diferente para el ojo izquierdo y otra para el derecho. De esa forma, el cerebro interpreta la imagen con un aspecto de profundidad. Tal avance sólo funciona en micro pantallas ya que al hacer más grandes los dispositivos pierden su cualidad. Cuando se logre ese efecto en televisiones gigantes realmente se podrá decir que el 3D es la máxima experiencia.

¿Cuáles son los retos y peligros del actual 3D?
El nuevo 3D enfrenta grandes retos en presente y futuro. En primer lugar, un estudio realizado hace poco tiempo en Inglaterra reveló que el 12% de la población tiene problemas visuales que le impiden ver el efecto tridimensional en una pantalla. En segundo, se encuentran los intentos fallidos de llevar a grandes dimensiones proyectos como el de “parallax barrier”. Un tercer factor en contra es el económico; no todas las personas pueden acceder a televisiones de alta tecnología requerida y, por último, el más importante, los riesgos que ofrece el actual 3D para la salud.

Empresas productoras de pantallas y lentes para la apreciación de contenidos 3D reconocen que tiempos prolongados de uso pueden provocar desde nauseas y mareos hasta pérdida de conocimiento, crisis convulsivas y derrame cerebral, todo ello debido a la tecnología parpadeante de los equipos. Síntomas como alteración de la visión, vértigos, sensación de mareo, movimientos involuntarios de los ojos o de otros músculos, confusión, náuseas, pérdida del conocimiento, convulsiones, calambres o desorientación pueden ser más frecuentes en niños, adolescentes y personas con desvelo.

Todo la anterior no resulta descabellado si después de todo se está forzando al cerebro a realizar algo que en situaciones normales no haría. En lo personal nunca olvidaré un espantoso mareo que me provocó una escena 3D en el cine. De no ser porque estaba sentado habría terminado en el suelo. Se debe recordar que nuestra capacidad de vista natural en tres dimensiones se encuentra en equilibro con el resto de nuestro sentidos como lo es el oído tan importante para mantener el equilibrio. Lo que hace falta son tecnologías eficaces y accesibles que no representen riesgos para la salud.

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Comentarios

  1. En realidad, cuando veo cine en 3D me da vueltas la cabeza como si me fuera a desmayar...

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  2. Coincido con que es una tecnología dañina para la salud...

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  3. a mi me duele atras del craneo!!!! XD

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