La energía de los rayos fluye hacia arriba con millones de vatios de potencia.

Entre los fenómenos naturales más temidos por el hombre se encuentran, sin duda, las tormentas eléctricas debido a que su poder destructor provoca desde incendios forestales e interrupción del servicio eléctrico y telefónico hasta la pérdida de vidas humanas. Afortunadamente, en México, las condiciones geográficas no propician gran número de desgracias de este tipo pero, en Estados Unidos, se registran con gran frecuencia.

Estudios al respecto revelan que en promedio, 18 mil tormentas eléctricas ocurren a diario en el planeta, por lo que la inseguridad aumenta y el temor prevalece si se considera, además, que los rayos nube-tierra no se generan desde el cielo hasta la superficie terrestre, si no todo lo contrario; la energía fluye hacia arriba con una potencia de cientos de millones de vatios capaces de calcinar a cualquier ser vivo si atraviesa por su sistema nervioso central. También existen los rayos nube a nube que no afectan tierra firme.

Lo anterior, debido a que la polaridad positiva del planeta se impacta a unos 30 metros sobre la superficie terrestre con la descarga originada por la nube a una velocidad que se mide en milésimas de segundo, según estudios de los investigadores estadunidenses Krider y Uman.
Dentro de una nube existen elementos químicos que, combinados, generan corriente eléctrica. Las cargas positivas se levantan hacia la parte superior de la misma y las negativas tienden generalmente a descender, creando una carga diferencial significativa entre ambas.

Al aumentar el poder de las cargas opuestas las propiedades aislantes del aire disminuyen y dejan pasar la descarga eléctrica. A su vez, la temperatura del relámpago es cinco veces mayor que la superficie del sol y puede producir diez veces la fuerza que genera una central eléctrica en sólo fracciones de segundo. Este puede verse instantáneamente desde cualquier punto visible al momento que sucede, pero el trueno siempre se escucha segundos más tarde.

La forma más segura para saber a que distancia cae un rayo de nosotros es multiplicando el número de segundos que tarda el trueno en ser percibido por la velocidad del sonido que oscila entre 331 y 340 metros sobre segundo. Suponiendo que son diez segundos entre el relámpago y el sonido, nos daría un total de tres mil cuatros metros si se multiplica por 340, lo cual indicaría que la tormenta en cuestión está a más de tres kilómetros de distancia de nuestro punto de origen.

De poder ser canalizada dicha energía para el uso industrial y doméstico, bastaría una sola descarga para resolver los problemas de energía a nivel internacional por días o semanas, y si se pudiera idear un método para aprovechar todo el potencial generado por el fenómeno, se resolvería el desabasto por generaciones. Desgraciadamente eso es imposible debido a la velocidad de la descarga, la cual es e menos de un millonésimo de segundo.

En 1963 un avión Boeing 707 recibió el impacto de un rayo explotando en el aire cerca del estado de Maryland en Estados Unidos. Fue entonces cuando el gobierno norteamericano, en un intento por evitar mayores accidentes relacionados con los relámpagos destinó fondos para el Proyecto Internacional para la Investigación de Tormentas Eléctricas.

Afortunadamente los especialistas de dicho proyecto, incluido el profesor E. Philip Krider, de la Universidad Estatal de Nueva York, descubrieron que los relámpagos ocurren con más frecuencia en zonas despejadas tropicales, en las cuales la temperatura y la humedad son altas como la isla de Java, donde se registran tormentas eléctricas durante aproximadamente 300 días del año.

La estructura de edificios, fábricas o casas-habitación brindan seguridad a la gente, revelan los estudios, pero durante una tormenta recomiendan los siguientes consejos: alejarse de aparatos eléctricos, la red de agua potable y las líneas telefónicas.

Del mismo modo, evitar pararse junto a objetos altos como postes y árboles, y en caso de estar a campo abierto, la postura más correcta es con las rodillas y los pies juntos doblando el cuerpo hacia adelante procurando hacer el mínimo contacto con el suelo. Es necesario aprender a vivir con las fuerzas devastadoras de la naturaleza y no dejarse dañar por ellas.

Wikipedia lanza una definición acertada "Generalmente, los rayos son producidos por partículas positivas por la tierra y negativas a partir de nubes de desarrollo vertical llamadas cumulonimbos. Cuando un cumulonimbo alcanza la tropopausa, las cargas positivas de la nube atraen a las cargas negativas, causando un relámpago o rayo. Esto produce un efecto de ida y vuelta; se refiere a que al subir las partículas instantáneamente regresan".

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