Cuando Julio Verne escribió sus famosos libros sobre el futuro en donde incluía naves espaciales y hasta la conquista de planetas, tales avances parecían imposibles o inalcanzables. Después, asombrados, vimos imágenes de astronautas sacando pastillas de una bolsa y tragarlas: equivalían a pollo, sopa, carne o el más suculento postre. ¡Bah!, imposible en ese entonces.
Si el rapidísimo desarrollo de las computadoras nos ha sorprendido, lo que viene no nos dejará lugar a duda: El futuro nos ha alcanzado. Un científico inventor italiano de nombre Francesco Guida estaba desesperado por tener que calentar el biberón de su hija y, después de meditar sobre el asunto, tuvo una idea brillante. El resultado fue un avance tecnológico que permite ahorrar energía y tomar un alimento a buena temperatura en cualquier momento y lugar.
Después de un largo proceso, en los años ochenta comenzaron las investigaciones formales para la aplicación de esa nueva tecnología y, actualmente, para disfrutar de una sopa caliente, un chocolate, té o café humeante ya no será necesario que usted tenga un refrigerador, una estufa o un microondas; ahora lo podrá obtener de forma instantánea con sólo apretar y agitar un envase durante 40 segundos.
Se trata de una revolucionaria tecnología llamada exoendotérmica que promueve la empresa Exo Endo Therma, la cual ofrece café, té, chocolates bebibles y sopas. “El producto consiste en un doble envase: El primero es de plástico y contiene agua con una membrana de papel aluminio y cloruro de calcio granulado. El segundo es de aluminio que está termosellado con el plástico y es el que contiene la bebida”, informó el empresario Mario Ceciarelli.
A pesar de ser una nueva tecnología europea, se espera que en los próximos años México, Estados Unidos y Canadá compartan el uso de la misma para inventar nuevos productos. La empresa Exo Endo Therma pretende dar a conocer una nueva manera de consumir alimentos ya preparados sin necesidad de utilizar recursos como el gas, petróleo y electricidad.
La tecnología que se aplica al envase es sencilla: Se voltea el vaso y se presiona el pistón. Al hacerlo, se rompe la laminilla que permite la liberación de agua para entrar en contacto con sales minerales. Con esto se genera una reacción exotérmica o endotérmica que permite calentar o enfriar el producto, respectivamente. La combinación de agua con cloruro de calcio, eleva la temperatura del envase 55 grados y el thiosulfato de sodio, la baja 12 grados.
Lo blindado del envase, así como el tipo de las sales minerales contenidas en él, además del reactivo neutro (incluso una vez que se han combinado con el agua) permiten garantizar que no exista riesgo ni siquiera en caso de una fortuita, aunque muy improbable, ingestión de estas sales.
Aseguran los responsables del proyecto que dichas sales no son tóxicas y están aprobadas por la Food and Drug Administración, FDA en Estados Unidos y las correspondientes autoridades de salud en Europa.
La compañía Exo Endo Therma negoció con el inventor italiano Francesco Guida, durante más de seis años y finalmente obtuvo la licencia para producir, comercializar y sub licenciar la tecnología exoendotérmica en los tres países que integran el Tratado de Libre Comercio: México, EU y Canadá, por lo que abrió filiales en esos países. Declaraba el empresario Mario Ceciarelli hace tres años que tenían ya el ofrecimiento de Conacyt de instalar laboratorios para estudiar la tecnología generadora de energía y poder aplicarla a otras industrias y otros ramos.
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