Avanzaba por un pasillo obscuro. Hacia la izquierda, pegada a la pared, una escalera de madera en muy malas condiciones reclamaba mis pasos. Después de pensarlo más de dos veces me dirigí hacia ella. Apenas había dado tres pasos cuando un horripilante y desgarrador gritó acompañado de la caída de un cuerpo me provocó sobresalto. El grito era de miedo, de terror ante una libre caída. Me acerque y para mi sorpresa no vi un cadáver, sino la mano traslucida de un fantasma que detenía mi tobillo con un enorme coraje por estar muerto, pero sobre todo porque yo estaba vivo.Luego el espectro de una mujer que fue asesinada durante un ritual satánico me cortó el camino y emprendió la persecución para quitarme la vida de la forma más ruin. Buscaba debilitar mi espíritu al extremo de perderlo. Le habían sacado los ojos, por lo que de sus cuencas escurría la sangre a la vez que tropezaba con los muebles a su paso. Gritaba desesperada. “Mis ojos. Mis ojos”. En eso, durante mi huida, abrí una puerta para que me quedará de frente un espantoso espectro que apenas me miró se desapareció.
Muchas son las historias de fantasmas que se suelen contar en estas fechas. Y nunca van a faltar los charlatanes que se dedican a amasar sumas de dinero gracias a la curiosidad de la gente. Pese a lo anterior, es difícil dudar de la existencia de seres del más allá. La ciencia en ese sentido es agnóstica. La existencia de energías dejadas tras la muerte no se ha podido comprobar por el riguroso método científico.
Las experiencias narradas fueron para mí tan reales que aún siento ese miedo en el estómago. Las viví gracias a la tecnología. Sí, quizás la única posibilidad para ver un espectro de frente, combatirlo, enfrentarlo y temerlo hasta el punto de sentir ese frío en la espalda relacionado con el miedo a lo desconocido es gracias a la realidad virtual.Los juegos de video han sido estigmatizados por violentos o demasiado infantiles, pero la creatividad en conjunto con los lenguajes avanzados de programación permiten trasladar a las personas a otros mundos mejor de lo que lo hiciera cualquier película.
Quieres vivir ese terror de ver a una mujer sin ojos tras de tus huesos. Experimenta con Fatal Frame y sus secuelas producto de una prodigiosa mente de la compañía Tecmo Games. Será más inmersivo que cualquier película de terror y una excelente opción para pasar los días de muertos helados de miedo.Fatal Frame es un proyecto único e irrepetible en el que hay que liquidar espectros con una cámara. Algo que no podría repetirse en otra serie ya que, de suceder, sería considerado plagio para sus creadores. Se compone de cuatro historias. Aunque la última parece que no se va a ver nunca en América, por lo que no hago mención de ella.
Fatal Frame I, protagonizado por Miku Hinasaki quien en búsqueda de su hermano Mafuyu Hinasaki se ve atrapada en la mansión Himuro. Fatal Frame II: Mariposa Carmesí, protagonizado por dos hermanas gemelas Mio y Mayu Amakura que se ven consumidas en un sacrificio humano de dos gemelas; y Fatal frame III, historia que liga a todos los personajes, para un cierre espectacular, cuyos personajes son Rei Kurosawa, una joven fotógrafa independiente de 23 años, quien se vio perturbada al ver a su novio después de tiempo de muerto. Kei Amakura, amigo del novio difunto de Rei Kurosawa, así como Miku Hinasaki, ahora ayudante de Rei Kurosawa. Cabe destacar que Kei Amakura es el primo de Mío y Mayu Amakura.
La serie hace referencia a exorcismos y rituales oscuros y el arma principal es una cámara fotográfica antigua conocida como la “cámara obscura”, artefacto diseñado por Kunihiko Asou, " ocultista japonés ficticio " que vivió y murió a fines del siglo XIX. Con base en la tecnología occidental, desarrolló instrumentos que permitirían hacer contacto con espíritus. Además de la cámara obscura, logró crear una radio especial para escuchar lo que los fantasmas tienen que decir y por lo que viven atormentados y un proyector para mirarlos. Esas energías son encerradas en cristales especiales. La cámara obscura utilizada por Miku Hinasaki perteneció alguna vez a su madre. Después fue hallada por Mio, prima de de Kei, cuando vagaba por una aldea perdida. Y se sospecha que Rei, una fotógrafa de profesión la encontró más tarde para posteriormente ver a su novio fallecido.
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