domingo, 12 de marzo de 2023

Industria legal del cine regresará a la piratería su trono*

El séptimo arte siempre será el séptimo arte. ¡Pareciera que fue ayer cuando la gente pensaba que los cines se verían en dificultades con la llegada de las películas a casa! Y es que los lugares para la renta y venta de películas estaban en su apogeo. Y la piratería, ni se diga. Ver películas en casa resultaba cómodo y las personas tenían la opción de rentar o poseer determinado título.

Los formatos de almacenamiento fueron evolucionando con el tiempo. Primero el Betamax, luego el VHS, posteriormente el DVD y más tarde el Blu-Ray, mismo que terminó de imponerse al HD-DVD en el año 2008 cuando Toshiba aceptó su derrota. Todo parecía hermoso. No había película en cines que tarde o temprano apareciera en algún formato para que un cinéfilo la incluyera en su filmoteca personal.

Todo mundo ganaba. Las empresas legales, los usuarios que disfrutaban su material y hasta los "pirateros" que se hicieron de todo un patrimonio copiando y vendiendo películas, y es que, en realidad, la calidad de lo ilegal se disparó con la llegada del DVD y el Blu-Ray. Solamente había un detalle que no parecía cuadrar en un panorama perfecto. Los videoclubes… ¿Por qué rentar por unas horas o días cuando podías comprar, ya sea legal, o piratería? ¿Por qué arriesgarte a pagar una multa si no regresabas la película a tiempo?... Pero llegó Netflix con la respuesta que parecería facilitar la vida de millones de personas.

La llegada del streaming de Netflix, hizo que, por una cantidad de dinero, no solamente rentaras una película sino todo un catálogo hasta por un mes. Lo anterior, provocó la bancarrota de la cadena más importante de rentas que existiera sobre el planeta tierra. Blockbuster no pudo salir adelante ante semejante golpe de actualidad, e incluso, la piratería, resultó afectada. En ese momento todo parecía tan bello hasta que…

...semejante rebanada de pastel para una sola compañía despertó la codicia de otras empresas. Fue así como fueron apareciendo otros servicios de streaming como HBO-Max, Paramount+, Star Plus, Disney Plus, Prime Video, Claro Video, Vix Plus, solamente por citar a algunas y que fueron mermando el catálogo de Netflix al ver como las películas de esas compañías abandonaban sus servicios.

NETFLIX QUEDA EN SITUACIÓN CRÍTICA:
Netflix quedó flaco, raquítico y con producciones propias que, por muchas causas, como la inclusión forzada de estereotipos, lo dejaron al borde de un abismo, abismo del cual piensa que puede salir combatiendo lo que antes pregonaban, el compartir las cuentas y ofreciendo ver publicidad para reducir costos cuando sus competidores hacen lo contrario.

Es en este punto donde termina lo bello para los amantes de cine que buscan agregar a su catálogo futuras películas originales, y es que ya son muchos los intereses de las casas productoras que ofrecen los servicios de streaming. Por lo mismo, ya no les interesa que seas dueño de una copia de película legal para el uso en el hogar.

En medio de la efervescencia del streaming las compañías argumentan que el formato físico de películas ya no es productivo y aprovechan el que algunas personas prefieran lo digital para empezar gradualmente a dejar de producir películas en formato físico a gran escala.

La realidad es que impedirán que la gente que compra películas originales lo siga haciendo en un futuro cercano. Un ejemplo es lo que sucede en la empresa Promotora Musical S.A. de C.V, mejor conocida como MixUp. De acuerdo a los trabajadores de una de sus sucursales en Naucalpan, Estado de México, la tienda tiene la intención de dejar pronto de ofrecer películas como parte de su catálogo de productos. De hecho, ya no tienen recientes lanzamientos.

La intención de las casas productoras, distribuidoras y tiendas de disminuir la fabricación y venta de películas en formato físico se encuentra ligada a una cruda realidad: Las casas productoras ya no quieren vender una película, quieren que la rentes, y para ello, los consumidores deben estar suscritos a sus servicios. Lo anterior, de manera permanente, porque obviamente no quieren que dejes de pagar la suscripción.

¿Pero y las ventas digitales? Las ventas digitales como medida de protección también exigen estar conectado a la plataforma en línea. Cuando una plataforma cierra, los clientes pierden el acceso a los contenidos que compraron, como sucederá con los suscriptores de Cinepolis Click, que en México, apaga sus servidores en mayo de este año quitando las compras a sus clientes.

A lo anterior, se suman los abusos de compañías como IZZI que, con el pretexto de las nuevas tecnologías, se acaparó de un puerto HDMI de los televisores con su aparato decodificador, que a diferencia de los equipos Roku, se encuentran provistos de candados para evitar que clientes contraten directamente con los proveedores de streaming, ejemplo claro de ello es lo que sucede con Paramount +.

Todo parece indicar que las casas productoras de cine y los canales de streaming regresarán muy pronto a la piratería, su anhelado trono. Y es que una cosa es muy cierta, aun dejando de fabricarse lectores de unidades ópticas y películas originales en formato físico siempre habrá forma de reproducir películas en formatos MP4 y similares. La fuente para poder grabarlas y venderlas de forma ilegal son y serán las plataformas de streaming, 

CONCLUSIONES:
1.- La codicia de las casas productoras llevó a abrir nuevas plataformas de cobro de streaming en detrimento de su competencia y de la calidad de sus mismas producciones.  2.- La situación actual de streaming y la falta de producción de copias legales en formato físico perfila a la piratería como única opción para poseer películas para uso en el hogar.. (*Artículo de opinión)

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