Las cucarachas, formas de vida perfectas con 350 millones de años de antigüedad.

Las cucarachas son rápidas. En un instante pueden desaparecer de nuestra vista e invaden cualquier espacio en el cual se sientan “cómodas”. Estos insectos son más nocivos de lo que aparentan, contaminan lo que tocan. Andan en todos lados: en la comida, paredes, suelo; desde un lugar en apariencia limpio hasta coladeras y basureros. Es lo que se podría llamar un insecto “todo terreno”.

Son portadores de bacterias que pueden provocar la muerte de personas y animales. Investigadores del Instituto de Biología de la UNAM explican que las cucarachas al pasar sobre los alimentos dejan sobre ellos detritos o materia en descomposición. Además, acostumbran regurgitar la comida parcialmente digerida, o bien, secretan sustancias a través de glándulas odoríferas.

El investigador Enrique Mariño Pedraza, señala que las cucarachas pueden transmitir enfermedades como la disentería por Shiagella, abscesos provocados por Staphylococcus, infecciones entéricas por Salmonella, inoculación urogenital por Escherichia coli, lepra por Mycobacterium leprae y peste por Pasteurella pestis. Algunas fungen como hospederos intermediarios de ciertos helmintos (gusanos) y de huevecillos de este tipo de parásitos, entre ellos la Taenia saginata, Ascaris lumbricoides yAncylostoma duodenale.

Pequeñas, pero resistentes.
De acuerdo con estudios realizados por la UNAM se calcula que las cucarachas existen desde hace 350 millones de años gracias a su capacidad evolutiva y de adaptación que las ha hecho resistentes a las transformaciones que ha sufrido el planeta.

La especialista Julieta Ramos-Elorduy explica que el periodo de vida de las cucarachas es de seis a ocho meses, pero pueden “perder la cabeza” y aún así sobrevivir dos semanas. Sin embargo no es lo único que las hace parecer “indestructibles”. Ni el frío las intimida porque pueden durar 15 días dentro de un congelador a una temperatura menor a cuatro grados centígrados. “Cuando se les saca siguen vivas, después de 20 minutos empiezan a mover sus antenas, las patas, se enderezan y huyen” explica la investigadora.

Comen lo que sea, pues en el tubo digestivo tienen simbiontes que les ayudan a digerir desde polvo de concreto y pegamento hasta oxido. Como todos los insectos, secretan antibióticos en su cutícula (exoesqueleto), así que no son atacadas por ningún hongo o bacteria Pueden detener su desarrollo (diapausa) y vivir sin comer dos o tres meses, además de resistir un mes sin agua porque absorben la humedad de los alimentos.

Pueden tener hasta 50 huevecillos.
Las cucarachas suelen anidar en la tierra, de esta manera, si mueren los adultos, a las ootecas no les pasa nada. La ooteca es una bolsa donde la cucaracha deposita sus huevos, este “saquito” es una estructura dura que, como defensa, está impregnada de feromonas de repulsión. Dependiendo de la especie (existen 4500 especies) pueden poner hasta 50 huevecillos. Las investigaciones han mostrado que como otro mecanismo de prevención, pueden fertilizar los huevecillos sin necesidad del macho a esto se llama partenogénesis.

Sus pocos beneficios...
Pese a todo, las cucarachas son aprovechadas por la ciencia. En el año 2007 los rusos enviaron al espacio una cucaracha para analizar los efectos de la microgravedad, además, su anatomía ha sido utilizada para experimentos de robótica. Por su parte la investigadora Ramos-Elorduy ha registrado y analizado remedios curativos, que ha encontrado durante recorridos a diferentes lugares del país. Para ella, no sería raro que en un futuro las cucarachas sirvieran de alimento.

Las cucarachas pueden ser de campo o pertenecer a una de las 12 especies urbanas cuya nocividad es mayor por el grado de contaminación a la que están expuestas. Todas tienen alas aunque no siempre las necesiten. Para Julieta Ramos-Elorduy en parte se han vuelto inmunes por el uso de los insecticidas, “no hay nada mejor que un buen pisotón; otra solución es la limpieza escrupulosa en lugares donde se almacenan alimentos, principal causa de congregación”.

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