martes, 1 de noviembre de 2011

La muerte para Hawking es como cuando se apaga una computadora.

¿Qué hay después de la muerte?, en el momento en que nuestro cuerpo deja de funcionar; cuando el corazón no lata, ni exista actividad cerebral, cuando se vaya el último suspiro… Para el destacado científico británico Stephen Hawking, cuando la vida se acaba, es el punto final, la idea del “más allá” es una fantasía “Yo considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes. No hay paraíso o vida después de la muerte para las computadoras que dejan de funcionar, ese es un cuento de hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad” declaro hace unos meses al periódico británico “The Guardian”.

La posibilidad de morir ha sido una constante desde su juventud, debido a la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad neuro-degenerativa progresiva que ha provocado que a sus 69 años, Hawking no pueda moverse y hable con ayuda de un sintetizador de voz. Sin embargo ha aprendido a disfrutar de la vida “He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo de morir, pero no tengo prisa por morirme. Es mucho lo que quiero hacer antes”.

El origen de la vida…

El excatedrático de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de la Universidad de Cambridge se ha interesado en las leyes que rigen el universo, enfocándose en temas como la relatividad, la teoría cuántica y los agujeros negros. Considera que las pequeñas fluctuaciones cuánticas fueron las “semillas” para que se formaran galaxias, estrellas y la vida humana. Además, plantea que con ayuda de instrumentos modernos, se podrían descubrir antiguas huellas en la luz espacial y de esta manera conocer el origen de la creación.

Entre sus trabajos destaca el realizado en colaboración con el también científico Roger Penrose, donde expone que la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein conlleva que el espacio y el tiempo han de tener un principio, denominado "big bang" con un final en los agujeros negros.

Hawking, quién fuera galardonado en 1989 con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia ante los misterios de la creación, se rehúsa a explicaciones que no tengan bases científicas. Creyente de la razón y escéptico de aspectos religiosos, para él las respuestas están en la ciencia “La ciencia predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada y de manera espontánea”.

Descartar la existencia del “cielo”, no es la primera aseveración que ha contrapuesto a las creencias religiosas, basta recordar que en '”El Gran diseño” refiere que al existir una ley como la gravedad, el universo puede crearse de la nada por lo tanto “La creación espontánea es la razón por la que es redundante el papel de un creador del mismo”.

El origen de la vida, la creación del universo, la existencia del “paraíso”, son aspectos que han sido motivo de explicaciones y polémicas entre la ciencia y la religión. Para el científico británico Stephen Hawking, creyente de la razón y escéptico de aspectos religiosos, las respuestas están en la ciencia “La ciencia predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada y de manera espontánea” reitera el científico.

Un tema sin conclusiones...
La muerte siempre ha sido un tema polémico. Científicamente es el cese de las funciones vitales lo cual hace que el cuerpo se desintegre a polvo. Los procesos de putrefacción cadavérica son sobrecogedores si se toma en cuenta el proceso destructivo y la intervención de la fauna cadavérica.

La religión católica siempre ha destacado a la muerte como el enemigo a vencer. La creencia en el paraíso es para muchos cierta y la ciencia en ese sentido no se pronuncia definitivamente debido a que si bien no han demostrado que exista el paraíso o el infierno tampoco ha emitido un informe que indique lo contrario a través de su riguroso método.

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